Humanismo Digital: dos fuerzas que no se oponen
Por Susana von der Heide Founder & Thinking Partner en VON DER HEIDE
Si miramos proyectándonos al futuro, afirmaremos que el mayor cambio en el mundo ocurrirá por el humanismo enriquecido con los grandes avances tecnológicos y neurocientíficos.
Ya, hoy nos preguntamos, ¿Qué queremos ver en el mundo? ¿Qué queremos ver en las organizaciones? ¿Qué culturas son las deseadas mientras la tecnología marca un nuevo diseño en las compañías?
Queremos humanismo facilitado por la tecnología. Estamos en la era del humanismo digital. Esto significa que nos importa el otro como persona en sintonía y danza con los avances de nuestro tiempo.
Entendimos que el humanismo, NO es:
- Altruismo o beneficencia
- Falta de estrategia o desenfoque del negocio
El humanismo, es:
- Valorar al ser humano en su condición de PERSONA.
- Ambicionar y accionar en pos del desarrollo individual y colectivo
- Promover la autorrealización como un derecho y no como un privilegio
- Contagiar autoconfianza y aceptar el error como parte del camino de crecimiento
Ser humanista es instalar mindset colaborativo con abundancia de ideas versus un modelo estrictamente jerárquico e individualista. Ser humanista es hablar de generar riqueza accesible versus repartir o distribuir sin meritocracia.
Sabemos que las compañías no se crean para las personas ni las personas son la razón de ser de las compañías. Sin embargo, no hay sustentabilidad para el negocio sin una estrategia clara enfocada a las personas.
En las culturas organizacionales que promueven el espacio para la autorrealización, emerge el talento individual como consecuencia. Cada colaborador a la recíproca, genera un círculo virtuoso con su contribución, milla extra, aporte de valor o descubrimiento de sentido para su trabajo.

Es momento para generar negocios desde un mindset humanista y digital que persiga la evolución individual y colectiva. Y aunque como humanos, seamos solidarios, no es la esencia del humanismo restringirlo sólo a ayudar con asistencialismo.
La complementariedad del humano con la tecnología, hackea todas las perspectivas porque surge un humanismo digital para potenciar al ser humano con los recursos tecnológicos que encienden la disrupción y el crecimiento.
Cambiaron los paradigmas y se vislumbra una celeridad de transformación como nunca antes. No es casual que las culturas organizacionales estén sufriendo la pérdida de talento. Los profesionales ahora eligen su trabajo y buscan satisfacción y autorrealización.
¡El humanismo y la digitalización en la organización están ensamblados!

La digitalización no es “un propósito” en sí mismo, sino una indiscutible herramienta para lograr el propósito que le permite a las personas a hacer negocios.
Una estrategia Customer Centric requiere apoyarse en una coherente estrategia Employee Centric, pero ambas necesitan antes, una cultura basada en datos avalada por un mindset digital y humanista que ponde el aporte de las contribuciones individuales y de los equipos.
Ser humanista digital es aceptar el aprendizaje continuo como principio básico para evolucionar.
Ser humanista es sobre todo, mover a los otros a evolucionar.